viernes, 7 de abril de 2017

Mi querido Juan

Con Juan es una de las poquisimas personas con las que rompo una regla básica y fundamental como terapeuta, hablar mientras le doy masaje, y es que es una persona tan inteligente y agradable, abierto y sincero como pocos, sin tapujos, que es una delicia platicar con él. (Bueno lo demas ni se diga, pero como diría Jack el destripador, vamos por partes).

Me contacto hace unas semanas y me dijo: Quiero pedirte algo especial, pero te cuento cuando te vea...

Me quede super intrigada, ¿que podria ser?

Cuando al fin llego la cita, me contó una historia, tiene una amiga cachonda y queria un video para ella.

Ok listo!

Platicamos mientras le daba el masaje, le quite las contracturas de la espalda, las piernas, un poco en la parte frontal del cuerpo, hasta terminar.

Después el cachondeo, unos besos, la reglamentaria y deliciosa chupada de tetas, procedimos a cumplir su petición especial.

Me dio su cel para grabar, con una toallita húmeda le limpie la colita, y me dio un lubricante para que mis deditos resbalaran mejor.

Empecé acariciando sus pompis, alrrededor de su agujerito, el gemía de placer, una y otra ves, con mucho cuidado y lubricante comencé a meter un poquito un dedo, y el se retorcia de placer, suavecito, adentro, afuera.

Su pene estaba como piedra de duro y super super mojado, estuvimos un rato con el mete y saca de dedito, un poquito nada mas, nada invasivo, solo lo suficiente para causar un gran placer.

Después se dio vuelta acaricie sus testiculos, y me dice: Ya no puedo más!

Apenas alcancé a masturbarlo un poco y todo un geiser de lechita caliente inundo mi cama.

Una experiencia deliciosa y que quedo grabada, para la posteridad!

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